Al llegar estas fechas siempre me veo algo desmejorada.
He perdido hasta la más tenue huella del bronceado del verano y la piel de mi rostro comienza a acusar los estragos del cansancio y las diferencias de temperatura entre el frío de la calle y las altas calefacciones de los interiores. Llegan las fiestas y, como todos los años, siento que debo ponerme a punto para afrontar la actividad social que conllevan.
La mesoterapia facial (comun mente se la conoce como vitaminas inyectables) es una de las soluciones estéticas más demandadas durante esta época porque rehidrata y revital...